Winter in Saint Tropez

Invierno en Saint Tropez


Al embarcarnos en una escapada invernal a Saint-Tropez, nos propusimos descubrir el sereno encanto de este famoso lugar de verano durante los meses más fríos. Con días frescos, noches frescas y un amarre en el puerto deportivo que costó aproximadamente 5.000 euros, nuestro viaje marítimo se desarrolló en el contexto de la tranquilidad invernal de la Riviera francesa.

Vida marina:
Ubicado en el puerto deportivo, nuestro atracadero permitió vislumbrar el lujo que define Saint-Tropez durante todo el año. Embarcaciones elegantes adornaban el tranquilo puerto, ofreciendo un marcado contraste con la animada escena estival. Como padres que navegamos en esta aventura náutica con dos niños a bordo, la serenidad del invierno, aunque encantadora, nos llevó a reconsiderar este destino para futuros inviernos.

Exploración Local
Saint-Tropez en invierno presenta un lado más tranquilo, con algunas tiendas en hibernación. Navegar por la ciudad sin coche parecía aislado, pero un alquiler de 60 dólares al día de Hertz abrió vías para descubrir las joyas escondidas de la Riviera francesa. En medio de las contraventanas cerradas, el vibrante restaurante tailandés surgió como un oasis culinario, proporcionando un delicioso escape para nuestras papilas gustativas.

Delicias culinarias:
En medio de las escapadas culinarias, la Tarte Tropezienne se convirtió en una de las favoritas del invierno. Este delicioso manjar, cuyos orígenes están profundamente arraigados en la historia culinaria de Saint-Tropez, es algo que debes probar. Cuenta la historia que en la década de 1950, la actriz Brigitte Bardot estaba filmando en la zona cuando un pastelero local creó este delicioso dulce. Hoy, la Tarte Tropezienne es un símbolo icónico del legado gastronómico de Saint-Tropez.

Servicios del puerto deportivo:
El personal de la marina, nuestros aliados marítimos, brindó una ayuda invaluable. Una ventaja inesperada fue la conveniencia de que Amazon enviara los paquetes directamente a la oficina del puerto deportivo, combinando a la perfección la comodidad moderna con la vida náutica.

Costos y consideraciones:
Si bien la belleza invernal de Saint-Tropez es innegable, los costos reflejan su extravagancia estival. Una compra sencilla, como una botella de agua, tenía un precio superior de 5,70 euros, un suave recordatorio del lujo que se esconde en este paraíso costero.

Conclusión:
Mientras el invierno abrazaba a Saint-Tropez, nos deleitamos con los detalles sutiles: la tranquilidad, el resplandeciente puerto deportivo y las delicias culinarias que persisten incluso cuando la ciudad se toma un respiro. Si bien los costos pueden ser elevados y nuestra experiencia invernal con niños provoca una reconsideración, Saint-Tropez sigue siendo un destino incomparable para quienes buscan serenidad en la Riviera francesa. No pierdas la oportunidad de saborear la Tarte Tropezienne y disfrutar de la dulce historia que conlleva.

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